La única forma de detener el progreso es ignorarlo.

Saturno Silva

La facilidad de acceso a bienes y servicios, el medio ambiente, la cultura y las ventajas comparativas no son el factor fundamental dentro de la adaptación de las organizaciones a la globalización, son sus competencias, la forma de estado circundante, el modelo de gobierno, la nación y hasta la visión como pueblo las que determinarán su éxito.

En la actualidad una organización debe ser lo suficientemente flexible como para responder con celeridad a los cambios e incertidumbres de su entorno, su sencillez le debe permitir mantener una estructura integra pero ligera, clasificada en departamentos, sedes o sucursales y a su vez integrarse a su entorno de tal manera que genere sus propios conocimientos en dirección al progreso.

Una forma de no aceptar el progreso es negarse a él, actualmente los esquema globalizados suponen la interacciones de actividades económicas y culturales, bienes y servicios generados por un sistema con muchos jugadores y actores en donde lo realmente importante en este juego globalizado es, a la velocidad que se mueven las piezas.

En estos momentos en donde existe un sesgo hacia la híper-competencia de mercado, con redes y medios de comunicación más avanzados, mayor apertura a la movilización de capitales de manera electrónica, la gran aliada o enemiga se llama VELOCIDAD; el mundo se está dividiendo en dos: países rápidos al cambio y países lentos al cambio. Y ¿Quienes sobrevivirán?...

El mundo se encuentra delante de una realidad polarizada donde las riquezas están cada día más diseminadas, la competencia es muy drástica y punzante por lo que entrar de forma agresiva y rápida es razón de ser… No hay tiempo para esperar.

La innovación puede incrementar la competitividad, pero requiere de un conjunto diferente de conocimientos y destrezas a los utilizados en el día a día de la gerencia del negocio. (Tidd, Bessant & Pavitt. 1.997) es por ello que la velocidad en el plano que se exponga hace la diferencia, y su administración es garante del progreso.